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  • Foto del escritorRo Palópoli

El soltar te hará libre

Nos han enseñado a creer que mientras más insistimos en algo y más fuerza le ponemos a las cosas, mejor o más rápido salen. No hay nada más lejos de la verdad. En las redes siempre comparto mensajes que alientan el desapego y el CONFIAR, y cuánto nos cuesta esto de confiar.



Incluso a las personas más religiosas que piden asistencia a Dios, Alá, Buda, les cuesta soltar el asunto y dejarlo en manos de Dios. Un Curso de Milagros nos enseña muy bien esta lección a lo largo de sus páginas. “Aquello que no puedas resolver o que no dependa de ti, déjalo en manos de Dios y él hará milagros”.


Sin embargo ¿Qué significa verdaderamente dejar el asunto o problema en manos de Dios? Significa confiar en que la solución esperada llegará, quizás no en el tiempo o en la forma que nos imaginamos o que, creemos, debe ser. Sino que llegará en el modo perfecto.

En el consultorio me encuentro con este dilema en mis clientes en todos los aspectos de la vida. Desde no poder soltar una relación del pasado, no poder conseguir un nuevo trabajo, no poder solucionar una situación habitacional, concretar un viaje, etc.


Y siempre, desde el tarot y desde la psicología positiva, el mensaje es el mismo: soltar. Si hoy algo no se está dando como querés o estas a la espera de una noticia, de un cambio de una novedad, movete de tu camino, salite del medio. La energía te mostrará si efectivamente eso es o no para vos.


Cuando realizo aperturas energéticas a mis clientes, doy el mismo consejo. La energía está trabajando para vos, así que correte, soltá el tema, olvídate. No estés a cada rato viendo si el resultado ya está llegando, si te avisaron de un trabajo, si te llegó el mail o el mensaje que estabas esperando, si ella o él te llamó, te escribió, se conectó o desconectó. Soltá y confiá.


Cuanto más desapego ganamos en ciertos aspectos de nuestra vida, mejor se dan las cosas. Tenemos la habilidad de poner toda nuestra energía y creatividad en algo, pero siempre, desde la ansiedad, usamos ese poder para autoboicotearnos. Imaginate si hoy pusieras toda ese energía y ese poder, fuera de ese problema o preocupación.



¿En qué otros aspectos de tu vida quisieras poner esa energía? Aquí te dejo unos tips para que puedas desenchufarte del problema. Armá tu rutina y verás que la solución llegará antes de lo que te imaginabas.

1- El pensar en el problema alimenta el problema: No te enfoques en lo que está sucediendo, en lo que aún no llegó. Cuando vengan a tu mente pensamientos respecto a lo que te preocupa, di la siguiente afirmación “Dejo esta situación en manos de Dios, el problema ya está resuelto. Gracias”. Repitelo en tu interior tantas veces te sea posible durante el día, dilo en voz alta si la resistencia se hace fuerte.


2- Desvía tu energía del problema: Sal a caminar, a correr, a nadar, canta, baila, escucha música, lee, dibuja, mira una película o serie, cocina, haz lo que te haga feliz y te nutra. Saca tu acción y energía de la situación. Eso es corrernos del medio.


3- Habla o piensa en la situación como si ya estuviera resuelta o si ya tuvieras aquello que estás esperando. Actúa como si el cambio ya se hubiera realizado ¿Cómo sería tu vida ahora si esa situación ya se hubiera resuelto? ¿Cómo hablarías, pensarías, qué cosas harías?


4- Al iniciar el día ten pensamientos positivos acerca de tu vida: Es útil apenas nos levantamos quedarnos unos 5 minutos afirmando “Hoy es un maravilloso nuevo día” “Mi día de hoy está cubierto” “hoy tengo todo lo que necesito para disfrutar mi día”. Haz de esto un mantra durante el día.


5- Al terminar el día e ir a la cama, agradece: Cuando estés en tu cama repasa mentalmente todas las cosas por las que sientas gratitud, agradece todo lo que tienes hoy. Tu cama, tu casa, tu cuerpo, tu familia, las actividades que realizas, las cuentas que puedes pagar, los servicios que tienes, la comida que te nutre, etc. Haz de la gratitud un hábito.


Ro Palópoli

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